Yo no quería un hombre
Sino una madre
Que me enseñara cómo funciona
la mecánica
del desapego
Yo no quería un hombre
Sino un esquimal
Que me invitara a su iglú
Y me enseñara a decir
Blanco
De todas las formas posibles
Yo no quería un hombre
Sino una mujer
Que me enseñara a bordar
y a coser
Y a vivir
Con la falta
Yo no quería un hombre
Sino un médico
Que me hiciera abrir la boca
Sacar la lengua
Que mirara el fondo de mi garganta
Y me recetara un remedio
Infalible
Yo no quería un hombre
sino un centauro.
Que me llevara lejos en su lomo de caballo
Que me llevara lejos
y me protegiera con sus brazos de hombre
El último fue un toro
Mecánico
Su cuerpo era de metal
Y no tenía pies, ni
cabeza.
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